Divirtiendome un poco.

Entré en el Pool y me acerqué a la barra. Pedí una cerveza a la camarera.

Entré al lugar, escapando del exterior. Me detuve en la entrada, observando a mi alrededor.

Cogí la cerveza y me la llevé a los labios, mientras observaba el local.

Caminé lentamente hacia la barra, observando a las personas presentes.

Me acerqué a una mesa de billar del fondo que estaba vacía. Saqué las bolas y comencé a colocarlas.

Pedí un trago, apoyándome en la barra mientras lo esperaba.

Le volví a dar un trago a la cerveza, mientras colocaba la bola blanca en su sitio.

Pagué mi bebida, y me alejé de la barra, buscando alguna mesa libre.

Comencé a jugar, le dí de lleno al triangulo de bolas, descolocandolas y colando una.

Bufé, el lugar estaba lleno de gente. Me recosté contra una pared, esperando que alguien saliera de allí.

Recorrí la mesa hasta llegar a la bola blanca, apunté y volví a colar una.

Observé a las personas de las mesas cercanas jugar, algo aburrida.

Me senté en el borde de la mesa, le di un trago a la cerveza. Recorrí el lugar con la mirada.

Llevé el vaso a mis labios, distraída.

Volví a tirar, sin llegar a meter ninguna bola. Suspiré.

Reí entre dientes, viendo a uno de los tantos jugadores del lugar.

Bebí un trago largo de cerveza, apreté algo de más el palo, rompiendo un extremo.

Desvié mi vista rápidamente, reflexionando. Observé mi vaso, sin verlo en realidad.

Escondí el palo donde pude, colé todas las bolas, terminando. Me acerqué a la barra y terminé con lo que quedaba de mi cerveza.

- Otra cerveza.-Le pedí a una camarera.

Sonreí, acercándome a la mesa libre. Acomodé las bolas y tomé el palo, me quedé observándolo fijamente.

Tomé la cerveza y le dí un sorbo, distraido.

Me concetré en el palo, tratando de que nadie me observara.

Me di la vuelta, encontrandome con una chica en la mesa donde había estado antes. La observé.

Pasé una mano por el palo, sin quitar mi vista de él. Arreglándolo.

Me llevé la cerveza a los labios, sin dejar de observarla.